4 de mayo de 2011, Madrid
“Hay una señora muy elegante, con unos zapatos de Prada carísimos, que acaba de robar unas cremas”, le dijo la empleada de la sección de perfumería del Eroski al jefe de seguridad del supermercado. Como muestran las imágenes de la cámara de seguridad, la supuesta ladrona fue conducida a la parte trasera e instada a vaciar su bolsa. Iba vestida de azul.
3 de septiembre de 1997, Segovia
Dos chavales con la cara llena de granos entran en el supermercado Arconsa de las afueras de Segovia y son interceptados a la salida por el dueño de la empresa, un señor gordo, bajito, con la cara de un cerdo joven y que les invita muy amablemente a acompañarles a la parte trasera del local.
4 de mayo de 2011, Madrid
La señora muy elegante con unos zapatos de Prada carísimos saca de su bolso, azul como sus zapatos, vestido, abrigo y parte de su alma, dos botes de crema Olay valorados en 20 euros cada uno ante la atenta mirada de un guardia de seguridad que parece un policía local y que ya ha reconocido a Cristina Cifuentes. La situación es extraña, muy extraña teniendo en cuenta que el sueldo de esta señorita es de 5200 euros brutos al mes.
3 de septiembre de 1997, Segovia
Dos chavales, uno identificado como Javier Vidal y o otro como X.X., sacan de la parte inferior de la espalda del primero y escondida bajo su bomber una caja de 42 Ferrero Rocher valorada en 22 euros. La cara del dueño, encaramado a unas cajas de cervezas para mostrar su autoridad, adquiere las tonalidad de un cerdo a la brasa y llama a la policía.
25 de abril de 2018, España
Un policía de largos bigotes, tan largos que le entran en la boca cada vez que habla, abre la puerta del coche en que el que introduce al detenido por el presunto robo de productos en un supermercado y ante su pregunta de por qué le detienen, éste se pone de cuclillas, mira hacia la derecha, luego hacia la izquierda, toma aire, le mira a la cara y espeta: por hijo de puta.
