Campechano, inviolable Juan Carlos:
Con el mismo afán de explotación de España que inspiró su reinado y ante la escasa repercusión publica que está generando su supuesto cobro de comisiones ilegales, la alargada sombra de Franco, el blanqueo de capitales, la muerte de varios elefantes y un faisán, y demás acontecimientos de su vida privada que ahora es pública y notoria, el pueblo desea manifestar su más absoluta repulsa y contribuir a la puesta en práctica de aquel mantra dislocado, el de todos somos iguales ante la ley, siempre desde el sosiego en estos tiempos de bonanza y expectativas tan halagüeñas. Nuestro inexistente legado, y nuestra propia dignidad como vulgo, así nos lo exigen.
Hace años que venimos expresando nuestra voluntad y deseo de ser consultados en lo relativo a esta monarquía parlamentaria que solo representa a algunos arribistas cercanos a la corona y sus quehaceres. Ahora, guiados por el convencimiento de prestar el mejor servicio a esta España que nunca perteneció a los españoles, a sus instituciones corruptas y a ti como rey emérito, te comunicamos nuestra meditada decisión de trasladarnos contigo, en estos momentos, a la República Dominicana o el Flowers. Lo importante es estar juntos.
Con la incredulidad de siempre, tu pueblo violado.
