Los peores crímenes se cometen en verano
El campo grita y los animales huyen en círculo
Mientras tanto, los hombres desean frenar las horas y la culpa
Regresar al bañador y los misterios del cuerpo desvelado
Beber de espaldas a un sol que enjuaga los perfiles de la carne
En verano, las banderas son de humo
El agua, sal de un espejo en el que hundirse
Las piscinas cielos de vaso de agua
Y una cigarra anticipa el principio de la noche tibia
Resulta que podemos navegar el cielo
Abonar el sonido de los pies sobre la arena
Y así pasar las tardes, como se va el calor
De pronto, la ruina del descanso consiste en regresar a los afanes
volver a ser queriendo estar en otra parte
En el verano, en las luces del solsticio siendo enero
Agosto, como el mar, nunca se acaba
Ni en septiembre, ni en la memoria de los días cortos

Ilustración: http://www.emilianoponzi.com