El mal no está en las niñas poseídas por el demonio, ni en los dedos gordos y con restos de nitrato potásico de Donald Trump deslizándose sobre el botón nuclear, ni siquiera en la mente pornográfica de Paolo Vasile o en el aliento de Inda. No. Al fin y al cabo todos ellos no son más que personajes de nuestro subconsciente que podrían aparecer retratados en el «Museo de Cera de Madrid» y si el demonio, Belzebú, Leviatán, o Cheney existen, tienen que ser personas de carne y hueso, vecinos de esos que son muy normales, buena gente, y sobre todo ser capaces de insultar, escribir con faltas de ortografía y sobreabundancia en el uso de contracciones, kas, kes, olas, y dps con los que demostrar mucha mala hostia.

Para ello he realizado una investigación (que también demuestra que tengo muchísimo tiempo libre y dinero) en la que me he dedicado a establecer un patrón entre aquellos que se dedican a insultar en Facebook, Twitter y otras herramientas que fueron concebidas para comunicarnos de forma simultánea y sus fotos de perfil. Tras un análisis pormenorizado he detectado:

• Banderas de España, toros de Osborne, la cara de un pit-bull, el escudo del Atlético de Madrid, logos de rol muy brillantes en verde metalizado, aliens y fotos tan incomprensibles como delfines dibujados sobre plátanos, Naranjitos u otros motivos frutales son los elementos que más abundan en el sector.
• Insultos como soplagaitas, berretes, julai, hijo de puta, gordo, basura, puto asco y podemita se repiten con insistencia en sus comentarios.
• Nombres  grandilocuentes acompañando a sus perfiles: Borja As, Eduardo Tiembla España, Ev Guba (¿?¿?), Bru Nal (más ¿?¿?) o Cinco Menta Ríos.
• Caniches, canarios, gatos sobre la estantería, palabras en mayúsculas tachadas, ellos mirando con cara desafiante al valiente que les hizo la foto o besando a un niño pequeño en la sien, los símbolos más utilizados.

Conclusión 1: en España ya no se discute (del latín, discutĕre ‘disipar’, ‘resolver’). 1,Examinar atenta y particularmente una materia.

2. Contender y alegar razones contra el parecer de alguien.

Conclusión 2: en España (y el mundo) se insulta, se jode o ante la foto de Sara Carbonero sosteniendo a su hijo al borde de la orilla, se le desea una buenas vacaciones y «que lo tire pal agua pa ver si flota topó».

Conclusión 3: por supuesto el que lo dijo tiene la cabeza cortada en su foto de perfil.