El sol cae sobre la bahía del Puerto de Santa María mientras una fina bruma marina se cuela dentro de nuestras camisas compradas en el Primark para la ocasión y repasamos (con saliva) nuestros peinados delante del espejo de la entrada principal de «Aponiente», restaurante con tres estrellas Michelín y un templo para todos aquellos que quieren comer cosas inexplicables a 195 euros el cubierto. Ahí estamos los de siempre, los amigos de toda la vida: Juan, Borja, Carlos, Luis, Diego, Chema, Marco, Miguel, Javier y Fernando, el número exacto para una experiencia que perdurará en nuestro subconsciente hasta el día de nuestra muerte. Juntos.
La señorita de la entrada verifica que, efectivamente, hay una reserva a nombre de Javier Vidal, y entro en el comedor como Hitler en París: soy un elegido. Y es que el menú de este año es sencillamente maravilloso. Pido una Coca Cola (light, por supuesto), respiro profundamente y afilo las papilas gustativas…y llega el primer plato de un largo menú degustación: kototxas en salsa verde. Acojonantes. Eso sí, más bien escasas. Las ingiero de un mordisco y me levanto de la mesa en dirección a la entrada. Ahí espera Juan (el orden fue echado a suertes previamente) que se dirige a la mesa reconocible de un solo vistazo porque es la única portadora de una botella de Coca Cola light semi vacía frente al plato. Se sienta y espera que llegue el segundo plato del día: ostiones. Excelentes. Los traga, se levanta y se dirige a la salida ante la mirada de todos los comensales. Ahí le espera Carlos, que repetirá la operación y llorará con unas salicornias a la crema de otro planeta…
Pasamos todos, uno a uno, sin incidencias y alternando anguila a la grenoblesa con quisquilla ibérica, steak tartar de calamar con erizo royal…!Por solo 20 euros por cabeza! Delicioso. Manolo vivió el único punto negativo del día: debido al orden (fue el último), a él le tocaron los petit fours de postre. No los probó porque está a régimen así que pidió un tupper para llevar. Los segovianos somos así, gente práctica y hedonista que sabe disfrutar de los placeres de la vida con la mejor calidad-precio…pero sobre todo de precio.
Petit Fours