Las encuestas (instrumentos simplificadores que han demostrado ser poco fiables) quieren poner de manifiesto que lo que preocupa a los ciudadanos son la situación en Cataluña, la corrupción, los políticos, (dejando deliberadamente fuera el trabajo por razones evidentes) y la falta de acuerdos.
Pero paremos un segundo, respiremos, miremos al cielo que anuncia tormenta, ¿ y si fuéramos más lejos y cuestionáramos todos los comportamientos adquiridos y validados sin filtro en nuestra inmersión social, eso que simplemente, porque lo vimos desde pequeños, fue considerado la norma?
Da igual de donde procedas. Si naciste en una familia modesta probablemente fuiste testigo de cómo tu hermano mayor rivalizaba con las mujeres, las que en ocasiones alternaban diversos trabajos para llegar a fin de mes, con el objetivo de reafirmarse en su función de «tranquilas, yo os protejo porque papá no está». Si por el contrario creciste en el seno de una familia acomodada, los hermanos no sienten esa necesidad de imponerse porque saben que, muy probablemente, materializarán su visión en la empresa familiar o ejercerán posiciones de responsabilidad y mando.
Da igual si eres mujer u hombre, pero muchas noches vuelves a casa y presencias como jovencitos increpan a jovencitas con el maquillaje corrido que caminan solas porque no encontraron un taxi, o si eres viejo y hombre y seleccionas a tus empleados en función del género porque ya se sabe que hay ciertas predisposiciones naturales arcaicas a ejercer ciertos puestos, y si eres mujer y joven y debes demostrar al mundo que tener hijos no es lo que define necesariamente tu vida y que si eres hombre o varón, o chica o mujer, o te sientes hombre a los 12 y jovenzuela a los 70 y al abrir los ojos compruebas que todo lo que te afecta de manera directa en tu día a día, lo más cercano, lo que cargas en tu interior, lleva implícito una lucha silenciosa determinada por el sexo, el mismo que es pequeño y cerrado en ellas y duro y amenazador en ellos.
¿Y si las mujeres hacen huelga no será porque hay algo en el ambiente que no termina de germinar?
No cuestiones la realidad porque no la veas. Piensa, razona, somete cada una de tus creencias a un profundo escrutinio, entiérralas, florece y cambia las cosas.