La era de la incoherencia

«Relación lógica entre dos cosas o entre las partes o elementos de algo de modo que no se produce contradicción ni oposición entre ellas». Esta es la definición de una palabra que ya no es que estuviera en peligro de extinción, sino que gracias al empeño de dirigentes, cantontos y una gran parte de la población, se ha convertido por derecho propio en una forma de hacer política, un modo de vida pedestre, la única manera de digerir que todo lo que nos rodea dejó de avanzar en el sentido de las agujas del reloj este 2020 cabrón. Y la coherencia se transformó en el sueño húmedo de los que ambicionaban el futuro.

De esta forma un tanto extraña, somos testigos de cómo primero se piensa en el deporte y, a apenas una semana del inicio del curso escolar, padres, profesores y alumnos ignoran el protocolo de actuación en lo relativo a las clases presenciales. Y lo mismo con los linchamientos de toros y la música cancelada al aire libre; y trenes, puticlubs y aviones sí, pero bares no; y lo de aumentar las plantillas sanitarias ya para la tercera ola; y un juez considera un derecho fundamental fumar en la calle, pero olvida garantizar el suministro de gas y la electricidad en invierno. Vamos, un sindiós con trino.

Así, y además cada día, nos amanece por el lado contrario, aunque termine clareando, y el misterio no es saber que todos estamos hasta los cojones del puto virus y de ese vecino al que nunca vemos porque tiene un casoplón en el campo. Más bien se trata de mantener un pequeño trozo de cordura en este corazón con forma de calabaza. ¡Quién quiere coherencia cuando el absurdo está al volante y departe cada día con el humorista Miguel Bosé! ¡Viva Franco!

Imagen: James Turrell

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s