De Miguel, de Bosé y del negacionismo

Y seguimos para bingo (-). Después de la entrevista a Miguel, a Bosé y a toda la troupe que cohabita en el interior de una persona, se ponen de manifiesto otras tantas cuestiones. La primera es que algunos siguen un régimen de drogas muy estricto para mantener la mente ágil. La segunda es que envejecer y hacerse muy viejo confluyen en el hijo del torero y la musa. La tercera se puede resumir en una línea: ¿es necesario dar voz a personajes públicos que carecen de los conocimientos para hablar, en este caso negar, una enfermedad que ha matado a tres millones de personas en el mundo? Resulta que sí, precisamente porque semejante temeridad implica enormes audiencias.

El caso es que negacionistas ha habido siempre. Si el Holocausto fue un montaje, entonces el VIH una combinación de sustancias nocivas y problemas nutricionales. Si el cambio climático responde a una pataleta de Greta Thunberg, entonces la teoría de la evolución queda invalidada por las creencias de fundamentalistas bíblicos. También andan metidos en cosas de andar por casa: Elvis Presley baila en un búnker, Jesús está entre nosotros —probablemente en la Comunidad de Madrid— y la verdad no se encuentra ahí fuera. Solo tienes que buscarla.

Lo peor de todo es la seguridad que Bosé, en nombre de todos los negacionistas, esgrime cada vez que abre la boca, esa convicción de plantear un debate legítimo cuando, en realidad, todo apunta hacia el mejor callarse. Así se reafirma, saca pecho y señala la ceguera crónica de una sociedad boba. El dogma ha vuelto, búscalo, ¡está en el Internet! Nos queda la duda de saber si Miguel estará al corriente de que la desinformación, a día de hoy, mata. Y mucho.

Ilustración: Joey Guidone

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s