Fue un encuentro lleno de piel y jadeos, la mejor manera de acercarse cerrando ventanas al ruido de ahí fuera. Terminamos, que es lo mismo que comenzar otra vida en horizontal. Entonces la calidez de la cama se convirtió en balsa. Ella a mi lado y yo al suyo recorrimos con la mirada el claroscuro de una habitación que olía a sexo. Porque sólo desnudos y con la respiración entrecortada se habla sin las ataduras del orgasmo, una forma de confianza que en ocasiones desvela secretos, intimidades, cieno. Ella era ucraniana. Abrió los labios y giró el cuello. Entonces la luz del odio iluminó mi rostro al mencionar a Putin; «fuck Putin», para ser más exactos.
Hablaba con la calma del que se resigna. Asumir que familia, amigos y toda tu realidad cercana dependen de los imperios vecinos se digiere con dificultad. Ya incluir a Rusia en la biografía genera nauseas. Entonces afloran las hambrunas provocadas por Stalin, los intentos por repoblar el Donbás con soviéticos de ojos grises, las imposiciones del Este a la contra de una cultura propia lejos de la frontera. Entonces las fallas dan lugar a abismos. De ahí la furia.
Cuando terminó de hablar no supe qué decir. Tomé aire en busca del silencio en el silencio. Para la mayor parte de los occidentales, la guerra no dejaba de ser una palabra llena de significados huecos, como de rumor de bombas al otro lado y más allá. Hasta ahora. Me incorporé en busca de mi ropa. Sentí en la nariz aquel perfume de canela. Antes de salir de la habitación quise volver a mirarla, decir adiós para, quizás, volver a vernos. Ella lloraba. Y supe que no era por mí.

😬😬😬😬 Me estremece pensar qué así sucedió con aquella chica. Puedes volverte y consolarla y meter a Putin en tu biografía; o simplemente seguir oyendo los noticieros desde Occidente, qué cosas!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Con Putin uno mata la biografía. Al final de lo que se trata es de querer, amar y comer lo justo. En cuanto a lo Occidente, me flipa eso de «vamos a enviar armas para la paz».
Me gustaLe gusta a 1 persona
Vamos a enviar armas para la paz, una frase digna de otro buen relato, jeje
Me gustaMe gusta
Con lo bonito que sería: «Vamos a enviar amor para la paz», pero eso no genera dinero, ni relaciones diplomáticas jugosas.
Para algunos es hasta divertido hablar de lo que pasa lejos de nuestras fronteras, pero la realidad de los que sufren solo la conocen los que pasan por ello.
Las lágrimas de esa chica son más ciertas y convincentes que todas las noticias, opiniones y tertulias que nos inundan.
Fuck Putin y a todos los que de una manera u otra permiten que estas cosas ocurran.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Fuck Putin, Long life to Jascnet
Me gustaLe gusta a 1 persona