No me mientas, por favor

«Solo te pido que no me mientas». Y es que la mentira es el mayor temor humano. Luego vienen la muerte y la declaración de la renta, la ansiedad y las tardes de domingo, otros inviernos. Pero ella gana porque implica una forma de fe en el otro más poderosa que una oración. Tantas vidas construidas sobre una mentira, tantas ruinas… de ahí que solo aquellos con buena memoria sean buenos mentirosos. En el fondo, todo el mundo miente, peor o por deporte. A veces para evitar la sangre, otras para ocultar una verdad cruel. Tenedlo en cuenta antes de mentir; «de una bola nunca se vuelve». Siempre con la mentira por delante.

«Vamos a contar mentiras». Sale una media de veinte al día. Mentir a todos a todas horas: sobre ese libro que nunca leímos, con las cervezas y el gimnasio. También cuando decimos te quiero y no queremos, cuando ya te llamarán, cuando llamamos al trabajo enfermos por culpa del alcohol. Mentimos a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestros vecinos, a nuestro perro y a la planta que miente de noche bajo la ventana. Y lo peor es que no paramos de mentirnos a nosotros mismos. Será porque queremos parecer mejores.

«El arte de vivir es el arte de saber creer en las mentiras». No somos mentirosos por naturaleza, lo somos por supervivencia. La mentira como talento, la mentira como bálsamo. Encontramos la felicidad en actuaciones y ardides sabiendo que la verdad no le interesa a nadie, aunque nos la reclamen cada día. La mentira nos hará libres siendo presos, la verdad nos dejará solos. La diferencia entre una y otra es que la primera duele muchas veces poco hasta que al final nos pudre. La segunda viene con un gran disgusto. Después paz y silencio. Si tengo que elegir elijo la bondad. Por eso miento.

Ilustración: Andrea Ucini

4 comentarios en “No me mientas, por favor

  1. Buenos días, Javier.
    ¿Podemos vivir sin mentir? Como bien dices, muchas veces hay que mentir por bondad; porque las verdades duelen. Y aunque no nos cansemos de pedir sinceridad, en el fondo, deseamos más la mentira benévola que la cruel verdad.
    Pero una cosa te digo, y NO TE MIENTO, tus relatos dejan claro grandes verdades e invitan siempre a la reflexión. VERDAD VERDADERA.
    Abrazo, amigo poeta.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s