Web de la FNFF, Fundación Francisco Franco. Tras toparme con su cara de abubillo tamaño folio he visitado la sección actividades situada a la derecha del qué dijeron los obispos cuando murió. Seguro que cosas buenas; ya se encargaron de bendecir la cruzada contra la República (democrática) allá en el 36. En fin, historia, escoria. Ahora lo importante es el listado de misas en sufragio por el alma del Caudillo y todos los caídos por Dios y por España, pronunciado con énfasis: una el 18 de noviembre en Alicante, otra el 19 en Sevilla, siete el día 20, una ayer en Madrid y hoy ofrenda floral frente a la Cruz de los Caídos y oración patrocinada en la parroquia de Stella Maris en Málaga. A las 21:00, Pablo. Agéndalo.
Resulta que P. Casado acudió por error a un error pío, a pesar de que la Iglesia siempre aduzca que todas las almas merecen su oración y un billete en el cepillo. La fundación, por su parte contratante, agradece la asistencia al político de la luz solar, y el padrenuestro se transforma en palabra de Franco por obra y gracia de un descuido. ¿Quién se atreve a dudar de los milagros? Este muerto está muy vivo y el presidente del PP niega que estuviera al tanto. Será por que tiende a parecer o ser muy tonto.
Queda por tanto clara la distinción entre fe y política. O quizás tampoco resulte tan sencillo. Es más, Franco fue responsable de la muerte de 300.000 soldados de ambos bandos, 200.000 ejecutados y 50.000 ajusticiados en los “paseos”, esos que terminaban con un tiro antes del silencio, y cada 20N recibe coronas de claveles y lágrimas, misas en su memoria dislocada y el afecto de aquellos que confunden la nostalgia con la falta de justicia. Amen (sin tilde). En cuanto a Pablo… vuelve a irse en paz.
