Eso que me recuerda a ella

No puedo elegir mis recuerdos. Algunos duelen. Otros son suaves, traen paraísos perdidos y un verano. Entre todos los recuerdos hay algunos recurrentes que siguen siendo vida, aunque esa vida exista en otra parte. Los más intensos tienen que ver con ella. La recuerdo en el pelo hasta la cintura de mujeres caminando por delante de mi. También en un cigarro entre dos dedos, el aire y el humo, en los abrigos rojos, en una caricia sin apenas ruido. Es posible empeñarse en querer a alguien. Es imposible querer olvidar cuando el recuerdo da sentido al mundo. Soy yo el que gira y gira y gira.

Al principio, luchaba contra mi memoria. Se supone que para levantarte debes borrar al otro, dibujar un nuevo contorno al que añadir colores, formas y hasta una sombra. Pero es mentira. La única manera de encarar lo próximo se construye con restos del pasado. ¿Cómo es posible florecer sin otras estaciones cálidas? Los ausentes nunca dejan de latir. Los recuerdos detienen el tiempo. Nosotros en medio. Al fondo, el cielo con su abismo.

Nunca dejaré de recordarla. Sin embargo, puede que la olvide. Me acuerdo del sonido de su risa, de sus andares ebrios, de su forma de dar las gracias con cada respiración. Poco a poco, la ausencia es casi un juego. A veces está, otras veces me roza. Primero dejé de llorar. Luego, los sueños fueron desapareciendo. Algunos días, ella me trae un ramo de tristeza. Otros, petunias, geranios y prímulas. Me va acercando al mar. Encontraré mi reflejo en la corriente de los peces. Será por ella.

Ilustración: Choi Haeryung

7 comentarios en “Eso que me recuerda a ella

  1. Qué texto más bonito y cuánta sensibilidad masculina… y femenina al mismo tiempo. Yo también aspiro a tomar conciencia de mi lado femenino para poder llegar a ser, algún día, un hombre deconstruido. Bueno, de momento ya he empezado a beber leche de soja, a leer a Elvira Lindo y a ver películas de Leticia Dolera, así que creo que voy por buen camino. Por favor, escribe algo sobre el pasado 8M y cuéntanos tus vivencias, porque seguro que estuviste en alguna de esas manifestaciones «no excluyentes» y con taaanta diversidad que no había forma de visualizar otro color que no fuera el morado…

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    1. Necesitaba este mensaje para imaginarte. No estuve en la manifestación: era un día para ellas. Mientras, sigo sacudiendo la pena de la mejor formar que sé, creando algo de belleza en ninguna parte. Si quieres que escriba sobre lo que tú quieras tienes que pagarme. Te dejo el número de cuenta, mari.

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      1. «Era un día para ellas»… chapeau… brillante excusa para que un aliado pueda guardar siempre una prudente distancia del ganado misándrico. Más peligroso que una estampida de rinocerontes…jajaja

        Más que una petición era un consejo para animar un poco el blog porque son malos tiempos para la lírica, como cantaba Germán Coppini hace años. Y podría ser también una buena idea cambiar la cabecera del blog por algo con lo que pueda identificarse mejor el españolito medio: por ejemplo, la foto de la portada del disco «Crisis? What crisis?». Porque España está exactamente así ahora mismo: tumbada al sol, tocándose los huevos en algún lugar cerca de Babia y esperando impasible por el Armagedón…

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      2. Ese es un discazo, pero nosotros nunca hemos vivido en un momento donde no hubiera crisis, así que es una buena idea dejar a la revolución feminista que al menos intente cambiar algo las cosas. Paso de cambiar la cabecera. Insisto, págame. O escribamos juntos y hagamos el amor con palabras.

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      3. Bueno, sí… en realidad las crisis son como el cambio climático: el clima del planeta ha estado siempre cambiando, y el hecho de vivir implica un estado de crisis permanente. Pero esto es algo más que una crisis, es un suicidio colectivo a cámara lenta. Algo parecido a la situación de esa «revolución feminista que intenta cambiar las cosas». De hecho las está cambiando tanto que en esa absurda guerra de sexos no solo luchan contra el hombre sino incluso contra ellas mismas.

        ¿Hacer el amor con palabras? Te has quedado en los 60 del Summer of Love. Estamos en tiempos de guerra, no de amor, por eso me parece interesante la actitud diletante y esteticista que desprende este blog… me recuerda un poco a Nerón tocando la lira mientras arde Roma…

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      4. jajajaja… ¿hippie trasnochado o hipster desactualizado? Bueno, yo te veo un poco más posterior a Nerón… de la época de las invasiones, de cuando los cónsules de triclinium y bacanal diaria se cagaban encima al ver a los bárbaros llegando a Roma armados hasta los dientes. No quiero asustarte, pero es posible que te veas en breve en alguna situación parecida…

        «Los tiempos dificiles forjan hombres fuertes, los hombres fuertes crean buenos tiempos, los buenos tiempos crean hombres debiles, los hombres debiles crean tiempos dificiles».

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